Tiempos de generosidad
Sergio Aguiar Castellano //
Fue por casualidad, les aseguro. La visita meses atrás, concretamente el pasado enero, al museo Antonio Padrón no estaba prevista. Lo acordado era un encuentro en Agaete entre el periodista Amado Moreno y el profesor Eugenio Suárez-Galbán Guerra, que estaba acompañado por su esposa Carmen Ana Sierra Echevarría y por el que firma este texto. En realidad el culpable fue el mal tiempo (que se volvió generoso), por lo que el periodista optó por un encuentro en el Museo Antonio Padrón de Gáldar.
Eugenio, de ascendencia guiense, nació en Nueva York, y reside habitualmente en Madrid, donde aún ejerce como docente de varias universidades norteamericanas, tras licenciarse en Filología Románica en la universidad de la ciudad norteamericana. Se hallaba entonces en Gran Canarias para recibir el título de hijo predilecto de Guía.
El profesor y su esposa, especialista y profesora de Historia del Arte en Madrid, se vieron gratamente sorprendidos con el Museo galdense, que no conocían. Después de un recorrido por el mismo, tuvieron un cambio de impresiones con el director del centro, César Ubierna. Recordó entonces Eugenio Suárez-Galbán, sin plena certeza, que su hermana Victoria, residente en Estados Unidos, tenía un cuadro de Antonio Padrón. Y avanzó la posibilidad de hablar con ella para que el cuadro volviera a sus orígenes en Gáldar. Por averiguaciones posteriores con su hermana citada se comprobó que no era sólo un cuadro, sino tres, los que poseía ella , establecida actualmente en Miami (Florida) y que estaba y está dispuesta a donarlos al Museo Antonio Padrón de Gáldar.
Así pues, del hecho casual de una visita no programada, ha trascendido un rasgo de enorme generosidad por parte de la familia Suárez-Galbán Guerra, especialmente de la hermana del profesor, Victoria Suárez-Galbán, que además a lo largo de su carrera profesional ha estado vinculada a varios Museos en los Estados Unidos de América, especialmente con el Museo Metropolitano de New York.
Hay que indicar que la familia Suárez-Galbán Guerra tiene sus raíces a caballo entre Guía y Gáldar. No en vano, el bisabuelo de la saga, Matías Suárez Rodríguez, nació en Gáldar y casó en Guía con Tomasa Galván Pagán.
Lo que demuestra como tantas veces hemos reseñado que el ciudadano de a pie siempre estuvo al margen de aquellos pleitos Guía-Gáldar. De hecho la razón de que los cuadros llegaran a la familia Suárez-Galbán Guerra se debió al matrimonio formado por el tío materno de la donante, Odón Máximo Guerra Guerra, natural de Guía, con una hermana del pintor, Severa Padrón Rodríguez, nacida en Gáldar.
La generosidad de la familia Suárez-Galván ha sido una constante en su historia. Cabe recordar, como ejemplo, al abuelo paterno, Luis Suárez Galván, nacido en Guía en 1851. Emigró a Cuba donde fue una destacado hombre de negocios, y que también tuvo presente a su pueblo natal en multitud de ocasiones. Así en el año 1879, con motivo de unas reformas del piso de la iglesia parroquial de Santa María de Guía, se creó una junta local para tal fin, y otras dos auxiliares en la capital grancanaria y en La Habana (a esta última perteneció Luís Suárez Galván), que aportaron una importante cantidad de dinero para financiar las obras.
O cuando visitó Guía en el año 1910 para encargar a su hermano Eugenio, por entonces ingeniero de Obras del Puerto, la confección de un proyecto que articuló el suministro de agua de abasto público, el primero que tuvo el municipio de Guía. Costó más de 250.000 pesetas de la época.
He titulado este breve artículo “Tiempos de generosidad”, pues es lo que me sugiere el acto altruista de Victoria Suárez-Galbán, y porque, además, creo que es lo que hace falta en los tiempos que corren: más generosidad y menos egos.
Sergio Aguiar Castellano es Licenciado en Filología Hispánica.