Felix Santiago: adiós a un tenaz “self-made man”
Por Amado Moreno
Perdió la vida a pocos metros del mar y de la playa (Sardina del Norte) en la que durante muchos años se sumergía y nadaba con intensidad y frecuencia para mantener la forma física que le exigía emprender nuevas aventuras empresariales en la agricultura, la construcción y la industria. La súbita muerte de Félix Santiago Melián (Gáldar,1934) el mayor productor-exportador europeo de plátanos, ha dejado en estado de shock a gran parte de la sociedad grancanaria por inesperada, pese a haber trascendido sus achaques de salud en los últimos meses, y por su incuestionable proyección en casi toda la isla.
Aunque había delegado ya gran parte de las principales decisiones del grupo FSM, su tenacidad en el trabajo y la iniciativa emprendedora todavía seguían latentes, y las ponía de manifiesto en ocasiones.

Con su adiós tan repentino como traumático, desaparece un estilo empresarial peculiar, con más luces que sombras. Absolutamente meritorio. Forjador de un imperio económico desde unos orígenes humildes en las medianías de Gáldar. Algunos coetáneos suyos le recuerdan todavía en sus inicios cabalgando cada día una modesta moto desde su lugar de residencia galdense a la zona turística de Puerto Rico para impulsar la construcción de los primeros bloques de apartamentos.
Hizo de la terquedad una virtud para alcanzar sus objetivos. También de su vehemencia para superar obstáculos artificiales o no. Concedía tanto valor a la palabra dada como al documento firmado. Conocedor de sus limitaciones acertó a rodearse en su entorno de confianza con profesionales y personas que le compensaban sus déficits en formación académica. Pero esta circunstancia, que en otros podría determinar una debilidad o complejo, a Félix Santiago le crecía ante los reveses o adversidad de la brega empresarial. Debió pensar que la universidad de la vida, su escuela de aprendizaje permanente desde la infancia, no tenía nada que envidiar a la universidad convencional.
Fue listo en hacer caso omiso a los cantos de sirena de oportunistas