¡Oh, Guía, Guía moderna!

Erasmo Quintana // En estos últimos tiempos, vienen ocurriendo cosas en Guía de Gran Canaria que no se conocían. Lugar éste donde sólo veníamos asistiendo a acontecimientos casi todos positivos. Para entrar en materia, casi la totalidad de los alcaldes que he conocido en este municipio norteño, han tenido sus más y sus menos con el cuerpo de la Policía Local.
Pero en el caso del último, Pedro Rodríguez, ha sido el más enconado y virulento de todos. Yo no sé, sinceramente, a qué atribuirlo. ¿A su juventud y poca experiencia en lides laborales? ¿A su intransigencia, producto de una incipiente soberbia? No sé.
Los policías venían solicitándole mejoras horarias –que son condiciones de trabajo-, porque los hacían currar el día siguiente de una noche de servicio, y es fácil imaginar cómo estarán esas cabezas después de toda una noche en vela. Como resultado, bajas médicas, lógicamente. A esto se une que se han producido bajas por jubilación, plazas que no se ocupan desde hace años. Ante la numantina postura del alcalde, es hoy la fecha que todavía la ciudad de Guía no tiene servicio de vigilancia nocturna, cosa que ha llegado a oídos de los amigos de lo ajeno, por lo que hace unos días hubo un atraco de película, con dos individuos que robaron un coche BMW en San Roque, con el que hacen un espectacular alunizaje en la gasolinera BP, frente a la ITV del municipio, llevándose el dinero de la caja y aceite de coches.
Y como en las películas, que es de donde aprenden los cacos, abandonaron allí el coche robado y montan en otro que de antemano tenían preparado para la huída. Con anterioridad a esto, en el emblemático bazar de Violeta, ubicado en la Plaza de San Roque, al que recientemente el Ayuntamiento le concedió el Escudo de Oro de la Ciudad, fue atacado y robado en hora de las cinco de la tarde por dos personas encapuchadas y blandiendo un cuchillo de medianas dimensiones, con el que amenazaron al dependiente, llevándose el contenido de la caja y algunos objetos de cierto valor, consiguiendo acto seguido huir del lugar, pero no de la Guardia Civil, que pronto les daría caza.

Desde los comienzos del conflicto “alcalde Vs Policía Local”, el primer edil solicitó la intermediación de la Delegada del Gobierno, Mercedes Roldós, asegurándole ésta que Guía de Gran Canaria no se quedaría sin la debida seguridad ciudadana, corriendo a cargo del cuerpo de la Guardia Civil.
Pero claro, la medida está bien tomada y loable la intención, pero lo que ocurre es que el servicio nocturno de la Benemérita lo realiza también en el cercano pueblo de Gáldar, por lo que si no tienen el don de la ubicuidad, mucho no podrán hacer, por más que quieran. Lo que se ha visto en las maneras del alcalde, tratando de criminalizar el comportamiento del cuerpo de la Policía Local echándole encima a los ciudadanos, por algo tan democrático como es el uso de la huelga para reivindicar y solucionar unos derechos que les asisten, está claro que no es la manera más prudente ni la más adecuada para solucionar el conflicto.
El buen gobernante, responsable político, es aquel que sabe “dialogar” y ponerse en el lugar de sus subordinados, que no son máquinas robotizadas, por cierto. Son personas con sus problemas que siempre hay que atender, buscando el bien hasta donde sea posible en una ciudad viva y moderna, como es Guía, haciendo que el servidor público se encuentre siempre a gusto, disfrutando de su trabajo.

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