Carta de la Plataforma al antiguo centro María Auxiliadora «Los Salesianos»

Cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando te inauguraron y sin embargo ya superas los sesenta. Sesenta y dos años, para ser exactos. Muchos creen que llevas ahí toda la vida, pero es así. Tú naciste en el preciso momento en el que doña Eusebia de Armas,  tu madre,  pensó en dar cobijo y educación a los más necesitados, de su pueblo,  de su comarca. Ese fue el momento de tu verdadero nacimiento. Y para eso te proyectaron. Con esa finalidad te erigieron, con esa solemnidad, con esa armonía que tanto caracteriza a tu hermosísima arquitectura.

En tus aulas aprendieron tantos niños a leer, a escribir, a sumar y restar. A soñar. Cuantos conocimientos e ilusiones se gestaron sobre esos pupitres. Y cuantas amistades nacieron en los patios, en los pasillos. De día. De noche.

Escribirte estas líneas parece una locura, un sueño delirante, pero ¡hay tanta gente que te necesita!. Despierta de nuevo, centro. Despierta para siempre. Te necesitamos otra vez dispuesto, activo. Presto. Y elegante.

Gracias a ti hemos nacido como plataforma. Porque queremos revivirte. Porque queremos que seas de nuevo un edificio moderno y útil para los demás. Igual que cuando naciste, ¿recuerdas?

Estos días estarás más iluminado de lo normal. Lo mereces. Una luz azul te abrazará con la misma calidez y admiración con el que una madre abraza a su hijo. Esa luz simboliza todos los sentimientos que tenemos hacia ti y que van más allá de la simple pasión. Es el color de la confianza e ilusión que tenemos por recuperarte; azul es nuestra fidelidad, para que sepas que este pueblo nunca, jamás, te ha olvidado. Y azul es también lo eterno, las cosas que nos parecen infinitas. Como el mar. Y el cielo.

Estamos seguros de que pronto volverás ser útil a la sociedad. Hay que recuperar el espíritu solidario y el deseo de Doña Eusebia, tu madre. Es de justicia.

La vida es curiosa. Es posible que muchos de los niños que acogiste en tus primeros años de vida sean hoy los mayores que encuentren en tus paredes el lugar que les permita una vejez digna y de calidad.

Por eso te vamos a convertir en EL CENTRO DE MAYORES “MAS GUAPO” de toda la isla.

Sabemos que no es fácil.

Pero estamos convencidos: paso a paso, codo a codo….lo conseguiremos.