Entrevista a Pedro Rodríguez, alcalde de Guía, sobre el estado y destino de Los Salesianos

«La institución que presido ha trabajado y seguirá trabajando a fin de recuperar este edificio para nuestra ciudad», afirma Pedro Rodríguez, alcalde de Guía

Amado Moreno  // La Provincia
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El Ayuntamiento comparte la inquietud por el penoso estado del antiguo Colegio María Auxiliadora, edificio que le fue arrendado en 1972 por el Obispado, titular del inmueble por su condición de heredero de la fundadora Eusebia de Armas Almeida. Pedro Rodríguez, el alcalde, tras conseguir mayoría absoluta en las últimas elecciones con Juntos Por Guía-NC, no descarta ninguna opción de futuro para relanzar el centro, tras un posible acuerdo con el propietario del establecimiento.

¿Le preocupa de verdad como alcalde la imagen que presenta el edificio, una referencia arquitectónica de la comarca por su estilo neocanario?

Es evidente que a todos nos preocupa el mantenimiento en un estado lo más óptimo posible de todo el patrimonio histórico del municipio. Es obvio que el edificio del que hablamos tiene un interés especial, justificado sobre todo en la labor educativa y cultural para el que fue concebido, pero no se nos puede escapar que el casco de Guía está compuesto de multitud de referentes arquitectónicos, cuyo mantenimiento nos produce cierta inquietud, con lo cual mi preocupación es global en este asunto. Bien es cierto que las posibilidades de actuación están supeditadas a la titularidad privada y a las condiciones económicas actuales. En referencia a este edificio, sobre todo me preocupa el uso futuro que pueda albergar, porque de ese uso depende su pervivencia en el tiempo, así como su conservación definitiva, que es en lo que estamos trabajando.

¿Es posible alguna acción municipal para su reparación y embellecimiento, pese a que la titularidad del edificio corresponde al Obispado de la Diócesis?

Hay que diferenciar las labores de simple conservación y estéticas de las necesidades reales de este edificio concreto. En cuanto a las actuaciones que son ne-cesarias realizar, dependen del uso, que en estos momentos no está definido. Si la pregunta es si el Ayuntamiento podría costear una rehabilitación integral del mismo, le respondo que dependería de que la decisión de los usos a implantar fueran de competencia municipal, es decir, para un uso público, y que se pudieran llevar a cabo acuerdos dentro del vigente marco legal, porque no se nos puede olvidar que la titularidad es privada.

¿Aspira a revisar el contrato de arrendamiento vigente con la representación eclesiástica?

El Ayuntamiento en su Plan General ha intentado establecer usos públicos acordes a la estructura tipológica del edificio, sin que entre los mismos se encuentren el de infraestructuras de servicios ni otros usos de competencia municipal que no se adaptarían a dicha estructura, por lo que a partir de un determinado momento ya no tendría sentido seguir utilizándolo como hasta ahora. El Ayuntamiento y el equipo redactor del planeamiento siempre han pensado que los usos socio-sanitarios, residencias comunitarias y usos docentes son los que mejor se adaptan en aras de conservar este inmueble, sin que se deba renunciar por ello a su modernización para adaptarlo a la normativa vigente en materia de edificación, accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas.

¿Qué diferencias sustanciales existen entre el primer compromiso de alquiler que entró en vigor en enero de 1972 y el vigente hoy?

En los Servicios Jurídicos de este ayuntamiento no consta ningún expediente de compromiso de alquiler que no sea el primero. En ese momento se estipulaba el uso docente del edificio, y es público y notorio que hoy ese uso ha desaparecido.

¿Qué modificaciones del contrato considera pertinen-tes para lograr el uso pleno y adecuado de las instalaciones del centro, sin contradecir la voluntad de la testadora Eusebia Armas Almeida, cuyo retrato, por cierto, cuelga en el salón de plenos municipal como homenaje a su generosa labor por Guía?

Vuelvo a insistir en que lo más importante, tanto para la conservación del edificio como para el cumplimiento por sus herederos legales de la voluntad de la testadora, es establecer unos usos adecuados que permitan la rehabilitación integral del mismo y que éstos no tienen que ser promovidos por la Administración Pública ya que, como muchos edificios del casco que necesitan rehabilitación, es privado.

¿Se planteó el Ayuntamien-to en los últimos años adquirir el edificio al Obispado y emprendió conversaciones con tal fin?

Si bien es cierto que la posibilidad de adquisición se nos ha pasado a todos por la cabeza, no es menos cierto que en estos momentos y para años posteriores, el cumplimiento de las ejecuciones de sentencias millonarias por expropiaciones urbanísticas para la obtención de suelo destinados a sistemas generales y dotaciones, fruto del Plan General aprobado en el año 2005 y años anteriores, desgraciadamente nos ha impedido adquirir otros inmuebles de destacado valor para nuestro patrimonio.

¿Cabe alguna posibilidad de retomarlas, si lo intentaron en el pasado?

Teniendo en cuenta todo lo anterior, también puedo decirle que las posibilidades nunca están cerradas y la adquisición dependerá de las condiciones económicas y del marco legislativo al que estamos sujetos las administraciones públicas locales.

¿Qué futuro augura en definitiva a este centro que protagonizó un brillante pasado en lo educativo con la presencia salesiana durante 16 años?

No sé cuál es el futuro pero, aunque en estos momentos afrontamos una difícil situación, puedo asegurarle que desde la institución que presido se ha trabajado y continuaremos trabajando en la recuperación de este edificio para nuestra ciudad.


El arrendamiento del colegio María Auxiliadora al ayuntamiento de Guía, pactado a finales de 1971, estableció una serie de obligaciones municipales. Entre otras, las siguientes:

  • El centro quedará bajo la inspección en todo momento del Obispo de la Diócesis.
  • Se respetará la denominación de «María Auxiliadora» y en él se mantendrán veinte alumnos en régimen de internado, y el máximo que sea posible de externos, cuya educación y mantenimiento será por cuenta exclusiva del ayuntamiento de Santa María de Guía, o del Ministerio de Educación y Ciencia.
  • Todos los gastos del edificio y sus instalaciones, así como las reparaciones y obras de adaptación serán de la cuenta exclusiva del Ayuntamiento.
  • El ayuntamiento se obliga a librar mensualmente 25.000 pesetas a favor de la Diócesis para atender a otras necesidades de la institución en orden a la enseñanza en la Diócesis, así como a satisfacer las primas del Seguro de Incendios.
  • Si por cualquier causa el Ayuntamiento no cumpliera con las obligaciones pactadas, quedará sin valor ni efecto legal alguno el contrato, entrando inmediatamente el Obispado en posesión del edificio y de su mobiliario, sin previo requerimiento.

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